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1.
Salud ment ; 46(4): 193-200, Jul.-Aug. 2023. tab, graf
Article in English | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1522916

ABSTRACT

Abstract Introduction Academic performance in medical students can be influenced by several factors, including those related to mental health and family relationships. Objective To examine the factors affecting academic performance in medical students, specifically considering potential diagnoses of depression. Method A survey was conducted among 747 fourth-year medical students. The survey included questions on sociodemographic variables, mental health, and well-being. The Patient Health Questionnaire (PHQ) was utilized, encompassing sections on depression, anxiety, panic, eating habits, alcohol consumption, and the Stress Perception Scale. Academic performance was assessed based on students' Grade Point Average (GPA). Descriptive statistics, Pearson correlation coefficients, and a linear regression model were employed for data analysis. Results The study revealed several variables significantly associated with GPA. Age (r = -.388), financial situation (r = .241), relationships with cohabitants (r = .165), and relationships with peers (r = .217) were found to have a correlation with academic performance. Additionally, repeating a course was found to be significantly associated with a person's GPA (r = .518) even after controlling for depression. Discussion and conclusion The findings indicate that robust mental health, a favorable financial situation, and positive interpersonal relationships are crucial for achieving optimal academic performance in medical students. These results emphasize the need to address mental health concerns, promote a supportive social environment, and provide financial assistance to enhance the educational outcomes of medical students.


Resumen Introducción El desempeño académico de los estudiantes de medicina puede verse influenciado por varios factores, entre ellos los relacionados con la salud mental y las relaciones familiares. Objetivo Examinar los factores que afectan el desempeño académico en estudiantes de medicina, considerando específicamente los posibles diagnósticos de depresión. Método Se realizó una encuesta entre 747 estudiantes de cuarto año de la carrera de medicina. La encuesta incluyó preguntas sobre variables sociodemográficas, salud mental y bienestar. Se utilizó el Cuestionario de Salud del Paciente (PHQ), que comprende secciones sobre depresión, ansiedad, pánico, hábitos alimentarios, consumo de alcohol y la Escala de Percepción del Estrés. El desempeño académico se evaluó con base en el promedio de calificaciones (GPA) de los estudiantes. Se emplearon estadísticas descriptivas, coeficientes de correlación de Pearson y un modelo de regresión lineal para el análisis de datos. Resultados El estudio reveló varias variables significativamente asociadas con el GPA. Se encontró que la edad (r = -.388), la situación financiera (r = .241), las relaciones con los convivientes (r = .165) y las relaciones con los compañeros (r = .217) tenían correlación con el rendimiento académico. Además, se encontró que repetir un curso estaba significativamente asociado con el GPA de una persona (r = .518) incluso después de controlar la depresión. Discusión y conclusión Los hallazgos indican que una salud mental sólida, una situación financiera favorable y relaciones interpersonales positivas son cruciales para lograr un desempeño académico óptimo en los estudiantes de medicina. Estos resultados enfatizan la necesidad de abordar los problemas de salud mental, promover un entorno social de apoyo y brindar asistencia financiera para mejorar los resultados educativos de los estudiantes de medicina.

2.
Salud ment ; 43(1): 21-25, Jan.-Feb. 2020. tab, graf
Article in English | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1115925

ABSTRACT

Abstract Introduction Several studies have explored the relationship between serum prolactin levels, symptomatology, and cognitive dysfunction in individuals at high risk for psychosis and patients with a first psychotic episode. However, the relationship between such variables is poorly understood in the case of chronic patients. Objective To assess the relationship between prolactin levels, neuropsychological impairment, and symptom severity in patients with chronic schizophrenia. Method A total of 31 patients with diagnosis of schizophrenia were evaluated between May and December 2018. The age range was 18 to 60 years, with patients receiving antipsychotic treatment during a month at least. Data was obtained from clinical records, interviews, clinimetry, and with the application of the PANSS and the MCCB battery. For the prolactin measurement, the analysis was performed on a sample of 500 microliters of serum, with a chemiluminescence technique. Results The sample was comprised mostly by men (77.4%), with a mean age of 37.65 years, 13.29 years of formal education, and disease duration of 11.58 years. No correlations were observed between prolactin levels and PANSS components and subscales. Only in male patients is there a negative correlation was found between prolactin levels with the overall combined score of the MCCB battery and cognitive domains of reasoning and verbal learning. Discussion and conclusions Men diagnosed with schizophrenia may be particularly vulnerable to the negative effects of hyperprolactinemia on cognition. These preliminary data have clinical implications for close monitoring of prolactin and cognitive decline in males with schizophrenia. Theoretically, these data are suggestive of a protective effect of hormones in women with this condition.


Resumen Introducción Diversos estudios han explorado la relación entre los niveles de prolactina sérica, la sintomatología y la disfunción cognitiva en individuos con alto riesgo de psicosis y pacientes con un primer episodio psicótico. Sin embargo, la relación entre tales variables es poco comprendida en el caso de los pacientes crónicos con esquizofrenia. Objetivo Evaluar la relación entre los niveles de prolactina, el deterioro neuropsicológico y la severidad de los síntomas en pacientes crónicos. Método Se evaluó un total de 31 pacientes. El rango de edad fue de 18 a 60 años, quienes recibieron tratamiento antipsicótico durante un mes como mínimo. Los datos se obtuvieron de entrevistas y de la aplicación de la PANSS y la MCCB. La medición de la prolactina se realizó con una muestra de 500 microlitros de suero, con una técnica de quimioluminiscencia. Resultados La muestra estuvo compuesta en su mayoría por hombres (77.4%), con una edad media de 37.65 años, 13.29 años de escolaridad y una duración de la enfermedad de 11.58 años. No se observaron correlaciones entre los niveles de prolactina y los componentes y subescalas del PANSS. Sólo en los pacientes varones se da una correlación negativa entre los niveles de prolactina con la puntuación global combinada de la batería de MCCB y los dominios cognitivos de razonamiento y aprendizaje verbal. Discusión y conclusiones Los hombres diagnosticados con esquizofrenia pueden ser particularmente vulnerables a los efectos negativos de la hiperprolactinemia sobre la cognición. Teóricamente, estos datos sugieren un efecto protector de las hormonas en las mujeres con esta enfermedad.

3.
Salud ment ; 43(1): 35-41, Jan.-Feb. 2020. tab
Article in English | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1115927

ABSTRACT

Abstract Introduction Major depressive disorder (MDD) is a prevalent disease affecting women more than men worldwide. Various factors are involved in the genesis of depression, including hormones such as testosterone and certain metabolic factors Objective To evaluate hormone levels and metabolic variables in women with major depression and healthy controls. Method A cross-sectional, comparative analytical study was conducted in 40 participants, 23 patients with an MDD diagnosis and 17 controls, all of women in reproductive age between the ages of 18 and 45. Sociodemographic variables, hormonal profile, and metabolic variables were assessed and the 17-item Hamilton Depression Scale was used to evaluate depressive symptoms. Results No statistically significant differences were observed between the groups in the hormonal and metabolic variables explored. Nevertheless, it was observed that the lower the testosterone levels and the higher the serum glucose levels, the more intense depressive symptoms were. Discussion and conclusion Testosterone is associated with a lower depressive symptoms score on the Hamilton Depression scale, suggesting a potential antidepressant effect, whereas high glucose levels are associated with a higher score on this scale. We believe that the measurement of hormonal and metabolic variables in women can contribute to a better understanding of the pathophysiology of depression.


Resumen Introducción El trastorno depresivo mayor (TDM) es una enfermedad prevalente a nivel mundial, que afecta más a mujeres que a hombres. En la génesis de la depresión se consideran diversos factores, entre ellos algunas hormonas como la testosterona y ciertos factores metabólicos Objetivo Evaluar los niveles de hormonas y variables metabólicas en mujeres con depresión mayor y controles sanas. Método Se realizó un estudio transversal, comparativo y analítico en 40 participantes, 23 pacientes con diagnóstico de TDM y 17 controles, todas ellas mujeres de 18 a 45 años en periodo reproductivo. Se evaluaron variables sociodemográficas, perfil hormonal y variables metabólicas, y se aplicó la Escala de Depresión de Hamilton de 17 reactivos para evaluar los síntomas depresivos. Resultados No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos en las variables hormonales y metabólicas exploradas. Sin embargo, se observó que, cuanto menores eran los niveles de testosterona y mayores los de glucosa sérica, los síntomas depresivos eran de mayor intensidad. Discusión y conclusión La testosterona se asocia con un menor puntaje de síntomas depresivos en la Escala Hamilton, lo que sugiriere un potencial efecto antidepresivo, mientras que los niveles altos de glucosa se asocian con un mayor puntaje en dicha escala. Consideramos que la medición de variables hormonales y metabólicas en la mujer puede contribuir a mejorar el conocimiento de la fisiopatología de la depresión.

4.
Salud(i)ciencia (Impresa) ; 21(8): 832-838, abr. 2016.
Article in Spanish | BINACIS, LILACS | ID: biblio-1116950

ABSTRACT

El trastorno bipolar es una de las enfermedades mentales más discapacitantes. Existen diferencias en cuanto al tipo de episodios más frecuentes, la polaridad predominante y la frecuencia de comorbilidad según el sexo. En la mujer es importante considerar la etapa de vida reproductiva en que se encuentra, pues se sabe que puede influir en el curso de la enfermedad. Se ha informado una elevada comorbilidad del trastorno bipolar con trastorno disfórico premenstrual y una exacerbación de los síntomas en el período premenstrual en el 44% al 65%, que puede conducir a un peor curso de la enfermedad. El embarazo no parece incrementar la presencia de episodios de la enfermedad; sin embargo, el tratamiento se complica de forma importante, mientras que la suspensión de la medicación puede llevar a recaídas, el mantenerlo puede llevar a resultados obstétricos negativos, malformaciones congénitas e incluso alteraciones del neurodesarrollo. De tal manera que la evaluación de riesgo-beneficio en estas pacientes tiene que ser muy cautelosa. En el posparto, claramente se relaciona con un incremento en el riesgo de presentar algún episodio afectivo. Al llegar a la transición a la menopausia parecieran incrementarse los episodios de tipo depresivo. La relación entre el ciclo reproductivo y la presencia de episodios de enfermedad, así como los estudios en otras entidades psiquiátricas, han llevado a considerar que una relación entre las hormonas gonadales y los neurotransmisores podrían subyacer a esta entidad. En el presente artículo describimos algunas de las observaciones relacionadas con estrógenos, progesterona y sus metabolitos, testosterona y deshidroepiandrosterona


Bipolar disorder is one of the most disabling psychiatric illnesses. Some characteristics of the disorder vary with sex, such as predominant polarity, frequency and type of comorbidity, and type of episodes presented. In the case of bipolar women, it is important to consider reproductive events, due to their influence in the course of the disorder. High comorbidity of bipolar disorder and premenstrual dysphoric disorder with an exacerbation of symptoms in the premenstrual period has been reported in 44% to 65% which may lead to a worse disease course. In general, women with premenstrual symptom exacerbation show more affective - particularly depressive - episodes, more frequent relapses, and more severe symptomatology. Pregnancy does not appear to increase presence of bipolar episodes, but significantly complicates treatment. On the one hand, stopping the treatment, particularly abruptly, increases the risk of relapse; while on the other, the use of mood stabilizers represents a risk for the newborn. Poor neonatal outcomes, congenital malformations and neurodevelopment alterations in children of mothers exposed to mood stabilizers during pregnancy have been reported. So, a meticulous benefit-risk assessment should be carried out in pregnant bipolar women. In the postpartum period, a clearer relation with increased risk of affective episode has been observed; while the perimenopause increases depressive episodes. The inter-relation between reproductive cycle and bipolar episodes suggests that gonadal hormones are involved in their physio-pathology. Here we discuss some of the observations related to testosterone, dehydroepiandrosterone, estrogens, and progesterone


Subject(s)
Humans , Female , Bipolar Disorder , Pregnancy , Gonadal Hormones , Postpartum Period , Perimenopause , Endocrinology
7.
Salud ment ; 35(3): 231-239, may.-jun. 2012. tab
Article in Spanish | LILACS-Express | LILACS | ID: lil-667921

ABSTRACT

Depression is an affective disorder that is more frequent in women than men. The etiology of depression disorders is multi-factorial, since social and biological influences have been determined. Coincidence between periods with hormonal fluctuations and affective alterations has lead to a hypothesis that considers fluctuations in gonadal hormones as a possible cause of depression in women. In this respect, pre-clinical studies by using laboratory animals (rodents) point toward a stronger relationship between hormonal oscillations and depressive behavior in different models designed to evaluate the antidepressant effect of drugs. This evidence could be interesting since in pre-clinical studies social factors are not included. Specifically, several authors have reported that depressive behavior is more prevalent in stages of rats' life characterized by low concentrations of gonadal hormones, such as postpartum, diestrous phase, lactancy and after ovariectomy. In contrast, a major presence of depressive behavior is observed in phases with higher concentration of hormones, like proestrus (a phase coincident with ovulation), pregnancy and after hormonal restitution with estrogens and progestins. Interestingly, the development of depressive behavior after ovari-ectomy has been established in female mice, with a critical period 12 weeks after ovaries extirpation. The participation of specific hormones in female depression could be studied in lab animals, since rodent female progress from a reproductive to a non-reproductive phase with vaginal and endocrine changes. Young females have a 4-5 days cycle named estrous cycle, in which each vaginal phase is associated with different concentrations of gonadal hormones. Although rodents do not exhibit menses, a state similar to peri- and post-menopause could be identified. Aging females exhibit irregular cycles before progressing to an estrous constant phase with elevated levels of estrogens. Decline of estrogen levels produces a persistent diestrous phase considered as a post-menopausal state. Aging rats in persistent diestrous, as well as ovari-ectomized females (the most economic model of post-menopause in lab animals) show physiological and behavioral changes associated to hormonal deprivation. Thus, they are considered a good model to evaluate affective and cognitive alterations as well as potential hormonal substitutive treatments. Clinical and epidemiologic studies report that perimenopause is linked to an increased risk of developing depression in women, or with the presence of more intense symptoms of depression. In agreement with Stages of Reproductive Aging Workshop (STRAW), perimenopause includes the period named transition to menopause plus one year after the last menses. This period is characterized by irregular menstrual cycles and fluctuations in levels of estrogens. In this stage, the levels of follicle-stimulating hormone (FSH) are elevated in order to further stimulate the production of estrogens from ovaries. Finally, concentrations of estrogens are significantly reduced in late perimenopause, although the levels of FSH continue to be increased. Fluctuations of estrogens and FSH have been related to symptoms such as affective alterations, hot flushes and insomnia, while hormonal deprivation in post-menopause is linked to changes in body fat, fatigue, cognitive disorders and reduction in bone density. Variations in estrogens and FSH level have been consistently related to depression symptoms in perimenopausal women, while changes in progestins and testosterone are associated with dysphoric mood and aggression, respectively. Thus, in agreement with the main hormonal hypothesis, a substitutive therapy with estrogens as an antidepressant therapy in peri- and post-menopausal women has been implemented. The results of different clinical studies are contradictory possibly due to methodological differences as the type of hormone used as an antidepressant therapy, dosage, time of administration of treatments and the period of hormonal deprivation in women. In a consistent manner, basic studies support the idea that steroi-dal gonadal hormones have antidepressant properties, but these seem to depend on both specific features of hormonal treatments and endocrine conditions in females. It has been reported that 17β-estradiol (E2), ethinyl-estradiol (EE2) and estradiol benzoate produce antidepres-sant-like actions in ovariectomized young females. Pharmacological studies have demonstrated that the serotonergic system has a major participation in the antidepressant-like effect of E2, revealing its potential as a treatment for depressed women. In the same sense, estrogens that bind to estrogen receptors β (ERβ) are more effective to produce antidepressant- and anxiolytic-like effects than estrogens with higher affinity at ERa This evidence leads to consider ERβ as an important pharmacological target in depression. Studies evaluating estrogens in depression have determined that dosage is an important issue in the production of antidepressant-like effects. Dosage of estrogens that attain a physiological range have been reported to have more antidepressant efficacy in respect to lower or higher dose provoking infra- or supra-physiological levels of estradiol. In fact, a U-shape in the antidepressant effect of E2 has been detected. Finally, timing of hormonal therapy seems to be a more relevant factor at moment to attain an antidepressant effect with estrogen treatment. Old rats (14 months) that received a prolonged estrogen treatment immediately after ovariectomy showed an antidepressant-like response which was not observed when treatment was began five months after ovaries extirpation. ERs are dependent on endogenous estrogens levels which suggest that a reduction in the target site of E2 may be linked to its reduced antidepressant-like effect in females with a long-term hormonal deprivation. An apparently successful strategy to reduce depression in women has been to adjunct a hormonal treatment with antidepressant drugs in order to enhance antidepressant efficacy. Studies with a reduced number of patients have determined that combined therapy is able to reduce the scores in the Hamilton Depression Scale, and to allow the effect of antidepressant drugs in women with refractory depression. At this respect, basic studies have established that estrogens facilitate the antidepressant effects of several antidepressant drugs. It was reported that the anxiolytic effect of desipramine was more evident in the proestrus, a phase characterized by high levels of estrogens and progesterone in young females. Both estrogens and progesterone participate in the anxiolytic effect of desipramine, although the synergism with estradiol was more significant. By using specific animal models of antidepressant effects, it was found that E2 facilitated the antidepressant effect of fluoxetine, desipramine, venlafaxine and bupropion in young, ovariectomized female rodents. In contrast, a chronic study using old, ovariectomized female rats showed that estradiol valerate was unable to improve the antidepressant effect of citalopram, even though the antidepressant efficacy of both estrogen and citalopram was established previously. Differences in results could be due to variations in methodological aspects such as age of rats (young, three months, versus old, 15 month), type of estrogen used in each study (E2 versus estradiol valerate), animal model of depression (forced swimming test, acute model, versus chronic mild stress model), type of antidepressant used (citalopram in the last case), and dosage for both estrogens and antidepressant drugs. Interestingly, the strategy of a combined treatment could be a therapeutic advantage for those women that suffer depression associated to endocrine changes. Evidence from clinical and basic studies should be taken into account at moment to select the most advantageous therapy to treat depression in mature women.


La depresión es un trastorno afectivo de origen multifactorial que se presenta con mayor frecuencia en la mujer que en el hombre. Las causas de esta diferencia se atribuyen tanto a factores sociales como biológicos. La coincidencia entre los periodos de fluctuaciones hormonales y la presencia de síntomas afectivos ha dado fuerza a la teoría de que los factores hormonales pueden ser una causa de la mayor prevalencia de depresión en la mujer. Los estudios básicos en los cuales no se presentan factores sociales sugieren que la depresión en la mujer podría tener un origen biológico. Uno de los periodos de mayor riesgo en la mujer es la perimenopausia. De acuerdo con el Grupo de Trabajo de los Estadios de la Edad Reproductiva (STRAW), la perimenopausia comprende el periodo denominado transición a la menopausia más un año después de la última menstruación. Este periodo se caracteriza por ciclos menstruales de duración variable y fluctuaciones en la concentración de estrógenos y progesterona. Conforme los ciclos se hacen impredecibles, ocurre una disminución de estrógenos, que genera alteraciones fisiológicas y afectivas. Diversos estudios epidemiológicos han logrado relacionar la perimenopausia con cambios en el estado afectivo de la mujer. Tomando en cuenta la hipótesis de que la privación de estrógenos se relaciona con los síntomas depresivos en la mujer, los tratamientos con estrógenos han sido considerados como una de las opciones terapéuticas. Los hallazgos clínicos son controvertidos, y la posible explicación son las diferencias en la metodología empleada en cada estudio, así como la falta de consistencia en la definición de perimenopausia y en los instrumentos de medición hormonal y del estado emocional de la mujer. De manera interesante, los estudios básicos apoyan la idea de que los estrógenos producen efectos antidepresivos importantes. Sin embargo, existen diferencias en la respuesta antidepresiva que dependen tanto del tipo de estrógeno como del estado hormonal de la hembra. Hasta el momento, los hallazgos más consistentes refieren al 17β-estradiol como la hormona más relevante para producir acciones antidepresivas en la hembra. El mismo estrógeno es efectivo en ratas viejas, con un periodo de privación hormonal moderado; sin embargo, deja de ser efectivo en la depresión experimental cuando ese periodo se extiende por varios meses. Otra alternativa terapéutica para tratar la depresión en la perimenopausia y posmenopausia es la terapia combinada de agentes hormonales y fármacos antidepresivos. En dos estudios con un reducido número de pacientes se determinó que la adición de estrógenos favorece el efecto de los fármacos antidepresivos en mujeres con depresión refractaria a dichos tratamientos. La investigación básica aporta resultados consistentes al respecto, ya que, por un lado, se ha determinado que diferentes estrógenos inducen un efecto tipo antidepresivo en ratas ovariectomizadas, y por otro, que la administración de dosis subefectivas de dichos estrógenos facilita el efecto antidepresivo, o incluso acorta la latencia de aparición del efecto antidepresivo de fármacos como la fluoxetina, la desipramina y la venlafaxina. Los resultados sugieren que los estrógenos pueden interactuar con diferentes sistemas de neurotransmisión para mejorar las acciones de los fármacos antidepresivos. Más aún, ha sido demostrado que el sistema serotonérgico participa en buena medida en las acciones antidepresivas de algunos estrógenos, lo cual aporta más evidencia sobre las fallas en la neurotransmisión serotonérgica en etapas de privación hormonal. La evidencia de los estudios básicos y clínicos apoya la idea de que la mujer tiene periodos de vulnerabilidad afectiva que se relacionan con cambios endocrinos importantes. Los tratamientos para la depresión en la mujer deben ser elegidos con base en las condiciones endocrinas de la paciente, así como en las características propias de los tratamientos.

8.
Rev. colomb. obstet. ginecol ; 62(2): 167-176, abr.-jun. 2011.
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-593110

ABSTRACT

Introducción: los síntomas vasomotores se reportan con frecuencia durante la peri y posmenopausia, y afectan de forma importante la calidad de vida de las mujeres que los sufren. Los estrógenos continúan siendo el tratamiento de elección para estos síntomas, sin embargo, en algunas mujeres este tipo de tratamiento está contraindicado, mientras que otras mujeres simplemente no aceptan usarlo. El objetivo del presente trabajo es hacer una revisión de estudios clínicos que evalúan la eficacia de los antidepresivos en el tratamiento de los síntomas vasomotores. Materiales y métodos: se realizó una revisión en las bases de datos Medline vía PubMed, EBSCO y Ovid. Se incluyeron artículos, publicados entre 2002 y 2011, de ensayos clínicos aleatorizados, meta-análisis y revisiones sistemáticas que evaluaron la eficacia de fármacos antidepresivos en el tratamiento de síntomas vasomotores. Resultados: se observa que los antidepresivos ayudan a aliviar los síntomas vasomotores e inciden favorablemente en los síntomas neuropsiquiátricos propios del climaterio, tales como la irritabilidad, las alteraciones del sueño y la labilidad emocional. Los estudios en relación a la fisiopatología de los bochornos soportan la hipótesis de que los antidepresivos pueden ser útiles para su tratamiento. Dentro del grupo de medicamentos antidepresivos existe evidencia para el uso de sertralina, fluoxetina, citalopram y venlafaxina. Conclusión: el uso de antidepresivos puede ser útil en el tratamiento de los síntomas vasomotores relacionados con la menopausia. Debemos considerar aquellos que tengan un perfil farmacológico noradrenérgico y serotoninérgico...


Introduction: vasomotor symptoms are frequently reported during the peri and postmenopausal periods and drastically affect the quality of life of those women who suffer them. Estrogens continue being the treatment of choice for such symptoms; however, this type of treatment is contraindicated in some women, whilst other women simply refuse to use them. The present work was aimed at reviewing clinical studies which have evaluated antidepressant drugs’ effectiveness regarding the treatment of vasomotor symptoms. Materials and methods: Medline / PubMed, EBSCO, and Ovid databases were reviewed. Articles published between 2002 and 2011 were included, as were randomized clinical assays, metaanalyses and systematic reviews which evaluated antidepressant drugs’ effectiveness in treating vasomotor symptoms. Results: it was observed that antidepressants helped to alleviate vasomotor symptoms and had a favorable effect on neuropsychiatric symptoms related to the menopause, such as irritability, alterations in sleeping patterns and emotional ability. Studies regarding hot flushes’ physiopathology supported the hypothesis that antidepressants could be useful for treating them. Evidence regarding the group of antidepressant medicines suggested using sertraline, fluoxetine, citalopram and venlafaxine. Conclusion: antidepressant drugs could be useful in treating menopause-related vasomotor symptoms; those having a noradrenergic and serotoninergic pharmacological profile should be considered...


Subject(s)
Female , Middle Aged , Climacteric , Hot Flashes , Therapeutics
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